Es inevitable que las cosas que guardamos en nuestras cocinas cojan olores ya que al cocinar, el vapor, a pesar de que tengamos un buen extractor, se introduce en todos los armarios y cajones. Algunas veces, los cubiertos (cucharas, tenedores, cuchillos…) guardan olores que no resultan agradables al volver a utilizarlos.
Para poder eliminar esos olores, existe un truco que consiste en humedecer los cubiertos con agua caliente y frotarlos con posos de café.
Después, sólo hay que lavarlos en el lavavajillas o a mano, aclararlos y secarlos muy bien.